Como se ha adelantado en
anteriores publicaciones del blog, la adquisición de datos en el ámbito del
Proyecto REMABAR requiere de una exhaustiva labor de muestreo tanto de aguas
subterráneas como superficiales. En esta ocasión, los cuerpos de agua objeto de
análisis han sido los embalses de Celemín y Barbate. Los embalses son estructuras de regulación fluvial cuya construcción se dirige fundamentalmente a satisfacer las necesidades de agua para abastecimiento y riego, que en algunos casos, se alterna con otros usos como el aprovechamiento hidroeléctrico o recreativo.
Embalse Barbate |
Desde el punto de vista hidrológico y ecológico, los embalses constituyen
nuevos ecosistemas de carácter léntico con atributos físico-químicos y
biológicos únicos y singulares que van en función de factores como su
morfometría e hidrodinámica, las características de la cuenca de drenaje y la
climatología. Asimismo, estos sistemas
constituyen espacios de elevado valor biológico, dando sustento a importantes
comunidades de avifauna acuática y vegetación palustre entre otras.
Así, el pasado viernes 8 de
marzo, miembros del equipo de investigación de REMABAR se desplazaron a sendos
embalses para realizar las mediciones necesarias para la caracterización
limnológica de estos cuerpos de agua.
Miembros del equipo investigador del Proyecto REMABAR |
El primer muestreo se desarrolló
en el embalse de Celemín, cuyas aguas se destinan a riego, y que se ubica en el
término municipal de Benalup-Casas Viejas. Durante el mismo se determinaron dos
estaciones para la toma de agua de diferentes profundidades, una más próxima a
la cabecera del embalse, junto a la torre de captación, y otra en el centro de
la masa de agua.
Investigadores equipando la embarcación |
Posteriormente, el personal
investigador se desplazó hasta el término municipal de Alcalá de los Gazules,
donde se encuentra el embalse de Barbate. La explotación de este pantano
también está orientada fundamentalmente al abastecimiento de los regadíos de la
zona, si bien, su dimensión es muy superior a la del embalse de Celemín. El
muestreo en este caso se realizó en un punto central de este reservorio.
Manga de zooplancton |
Botella oceanográfica "Van Dorn" |
Posteriormente, a la toma de
muestras le sigue un minucioso procesamiento y análisis en el laboratorio, el
cual comprende diferentes etapas que van desde la filtración y fijación de las
muestras hasta la ulterior extracción de clorofila, la realización de perfiles espectrofotométricos
y la determinación de la composición de iones y nutrientes de la mismas.
Fijación de muestras en laboratorio |
Todo ello nos permitirá conocer
aspectos tales como el estado trófico de los embalses en la cuenca de estudio,
verificar la influencia de posibles aportes externos de nutrientes al sistema y
analizar alternativas de gestión del agua dirigidas a una mejora de sus
parámetros.
Por último, concluimos esta
entrada del blog esperando que la misma os haya aportado un conocimiento más
detallado acerca de los recursos hídricos de nuestra zona y de las etapas y
preparativos previos que requiere una campaña limnológica.
¡Como siempre, os animamos a
seguirnos y a compartir con nosotros todas aquellas sugerencias y cuestiones
que consideréis puedan ser de interés para el proyecto!
¡Hasta la próxima semana!
¡Hasta la próxima semana!
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